lunes, 7 de abril de 2008

Un muchacho llamado Arturo

Me parece increíble, pero fue hace 11 años. Habíamos ahorrado un año entero. Con motivo de los 30 años del que consideramos el mejor año del rock, Francisco y yo viajamos para Cusco en 1997. Pasamos un mes de aventura y relajo. Riéndonos de más, perdiendo trenes, encontrando amigos, música, caminatas y alegría en cada esquina. Todo parecía divertirnos. Cada mañana al ver al abultado señor que trabajaba en el café Ayllu (de dimensiones porcelescas) le decía a Francisco: “Paco por favor saluda a Arturo "el Zambo Cavero” y reíamos como chiflados.
En una de esas vueltas por San Blas, en el mostrador de una tienda, entre discos de zampoñas y quenas, nos encontramos con un disco de Arturo 'Zambo' Cavero, siempre sonriente, vigoroso y jovial. Esa tarde descubrí que no era “el zambo" como erróneamente decía para hacer reír a mi amigo Francisco, sino simplemente 'Zambo'. Luego no nos cansábamos de repetir haciendo énfasis en la corrección “con ustedes Arturo 'ZAMBO' Cavero” al ver acercarse al voluminoso personaje que nos alimentaba con sanguches de pollo con tomate, que nunca fueron tan ricos como los del café Ayllu en el 97, junto a la Catedral de Cuzco y en compañía del buen Francisco.

Como todo peruano, sabía quien era 'Zambo' Cavero, había crecido oyéndolo como el fondo musical de mi infancia, de alegrías, comida criolla y goles del Alianza. Pero no lo había escuchado con atención pues el 97 yo andaba celebrando los 30 años del Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, el Younger Than Yesterday de The Byrds, Between the Buttons, Flowers, Their Satanic Majesties Request de los Rollings, John Wesley Harding de Dylan, el festival Monterrey y los discos debut de The Jimi Hendrix Experience, The Doors y Neil Young con Buffalo Springfield, entre otras joyas de la música que salieron en el 67. En otras palabras: no tenía ni por asomo idea de la dimensión de cantante que era y ni la oportunidad de disfrutarlo como lo disfruto hoy. Pero para 1997 me quedó claro que era Arturo 'ZAMBO'Cavero.


Cariño Bonito
En el 2005 llegó a casa una hermosa edición llamada “Lo mejor de la música criolla” dos discos con 48 canciones. Recuerdo que desde los últimos años de colegio, cuando las celebraciones se hacían más frecuentes y cualquier motivo era bueno para compartir una chelas, nacía ya un espíritu jaranero en mí y en el de algunos de mis compañeros (como la inubicable Ana María de la caravana, pero esa es otra historia), y además cierto respeto hacia la música criolla y su sentir despechado y trágico. La verdad es que cuando has escuchado “Nuestro Secreto” tantas veces, es difícil oírla con la atención con la que uno escucha un disco nuevo, pero escuche las 48 canciones de “Lo mejor de la música criolla”, con todo animo de dejar impregnada en mi alma el sentir popular (pues vivía tiempos difíciles, había perdido un gran amor). Habían varias canciones que no conocía, lo cual es siempre una maravilla, pero hubo una que me conmovió más que nada, una canción que no había escuchado con atención y considero hoy una de mis favoritas: “Cariño Bonito” Quizá fue que andaba pensando en los ojos chinitos y los pies chiquititos que tenía perdidos. Luego mi hermana del alma Rosse al ver por el Messenger que me deleitaba oyendo al 'Zambo' me envió la canción que considero la más madura del criollismo: “Se acabó y punto”.
He repasado varias veces en los últimos años las canciones de Arturo 'Zambo' Cavero, acompañado por la Primera Guitarra del Perú el gran Óscar Avilés (no sé como describir tan magnifica dupla) Fue por eso que cuando vi el anuncio de que Arturo 'Zambo' Cavero se presentaría en Miami, me alegré y empecé a fabricarme una pequeña aunque débil ilusión de verlo. Cuando mi madre averiguó que se presentaría en un local de West Palm Beach la alegría fue completa.




“Todos los cariños son buenos”
Lo primero que busqué fue la camiseta de Alianza Lima que mi padre me regaló antes de viajar. Llegamos al local como a las 10 de la noche. Por gracia del destino teníamos una mesa reservada frente al escenario y tomé un lugar que me dejaba en frente del show. El ambiente fue tomando forma con unos criollos que iban entonando algunas canciones. Cuando el local estaba lleno y llegaban nuevos peruchos el que cantaba decía “paguen con sencillo por favor, al fondo hay sitio”. Para la media noche llegó Arturo 'Zambo' Cavero. La gente se puso de pie y lo ovacionó. Tomó el micrófono y dijo “ayer me comí un bagre y me atore con una espina, más vale gastar dos reales y comerse una corvina” luego saludó al publico y se presentó a si mismo como un muchacho llamado Arturo 'Zambo' Cavero y empezó a cantar. A sus 68 aunque la voz no es la misma como en los discos, es un verdadero gusto oírlo y verlo en vivo, es un verdadero gusto que exista, sea peruano y encima del Alianza. Terminada la primera canción y sin el permiso de nadie, levanté la camiseta blanquiazul que me regaló mi padre y se la mostré, Arturo levantó el pulgar y recito un poema de Nicomedes Santa cruz dedicado al Alianza Lima, haciéndose acreedor de unas pocas pifias de los cremas presentes. Cantaba poco y descansaba mucho. Contó que vive en Villa El Salvador y tiene de todo, menos agua y luz. Creo que mi madre fue la única que no entendió el chiste. También que varios de sus familiares habían muerto en el terremoto de Pisco e Ica y derramó algunas lágrimas por el temblor que había azotado al Callao ese mismo día. Luego se fue a descansar. Y ahí al verlo sentado entre lágrimas pude acercarme, tomarle las manos e intentar ahuyentar los dolorosos recuerdos de los familiares perdidos en Chincha. Se calmó y la gente se empezó a acercar y tomarse fotos. Fui por la camiseta que me regalo mi padre y pose junto a ese muchacho llamado Arturo 'Zambo' Cavero. Ahora sospecho que mi tía es crema, pues en la foto me corto la camiseta.
Luego al volver entonó varias canciones e hizo vibrar de emoción al respetable y a un servidor. En los silencios entre canciones, la gente pedía que entonara los temas de su preferencia. Fue cuando grite emocionado de más por unas Pilsen Callao que tenía encima -“Cariño Bueno” Arturo- para ver si es que se animaba a cantarla, 'Zambo' Cavero volteo y me dijo – todos los cariños son buenos- No la cantó, es otra de mis favoritas.
A la salida vendían unos discos, y para suerte mía había varias canciones que no conocía. De esas nuevas me gusta “Bandida” quizá por la bandida con la que traveseó por mis idas y venidas en West Palm Beach, donde una noche nos visitó un muchacho llamado Arturo 'Zambo' Cavero. Siempre lo recordaré y lo celebraré pues el eco de su voz por siempre me acompaña.

No hay comentarios. :