El lunes fui a ver el pre estreno del Increíble Hulk, película que se estrena este viernes 13 en los Estados Unidos. Para no ser de esos que arruinan los finales solo puedo decir que esta versión me pareció más completa que la anterior. No soy fan de las películas de acción pero hay una persecución por las favelas brasileras que me parece magnifica. Algunas batallas me tuvieron al borde de la butaca y no recuerdo haberme conectado tanto con una película de acción ni haberme comido la canchita (palomitas de maíz) a tanta velocidad tampoco. Me gustó sentirme un niño y dejarme llevar por las emociones de la película. Me gusta que Bruce Banner trate de liberarse con meditación y artes marciales de los problemas de carácter que lo terminan convirtiendo en el hombre verde. Me gustó poder ver al increíble Hulk finalmente como un héroe, transformando lo que resulta su desgracia en un medio hábil para ayudar (cuanta falta hace un Hulk ayudando en los terremotos e inundaciones, tendría harta chamba por estos tiempos, estaría sudando la gota verde). Me gusta que el amor logre calmarlo, que termine ganando siempre en su incontrolable temperamento. La actuación de Edward Norton me pareció muy buena y Tim Roth también hace lo suyo como villano. Hay una aparición que alegró a toda la audiencia y habla muy bien de este trabajo que está más cerca del espíritu de la serie de los ochentas. Y en el final aparece otro personaje que promete más emociones en el futuro. La gente terminó aplaudiendo por la última aparición y por la expectativa que genera. La recomiendo ver en el cine, con pantalla grande, sonido estruendoso, dejarse llevar y emocionar.
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