Me parece increíble, pero fue hace 11 años. Habíamos ahorrado un año entero. Con motivo de los 30 años del que consideramos el mejor año del rock, Francisco y yo viajamos para
Cusco en 1997. Pasamos un mes de aventura y relajo. Riéndonos de más, perdiendo trenes, encontrando amigos, música, caminatas y alegría en cada esquina. Todo parecía divertirnos. Cada mañana al ver al abultado señor que trabajaba en el café Ayllu (de dimensiones porcelescas) le decía a Francisco: “Paco por favor saluda a Arturo "el Zambo Cavero” y reíamos como chiflados.
En una de esas vueltas por San Blas, en el mostrador de una tienda, entre discos de zampoñas y quenas, nos encontramos con un disco de
Arturo 'Zambo' Cavero, siempre sonriente, vigoroso y jovial. Esa tarde descubrí que no era “el zambo" como erróneamente decía para hacer reír a mi amigo Francisco, sino simplemente 'Zambo'.