jueves, 8 de mayo de 2008

Harpo

Hoy se cumplen nueve años. Yo andaba enamorado de Ngunda, encantado con su belleza y maravillado por sus habilidades y aura de perra sabia. No sólo había recibido sus arañazos cuando cachorra, sino había pasado como muchos amigos, acariciándola y disfrutando de una relación prestada con la perra de Sebastián y Gonzalo.
El verano de 1999 teníamos en casa tres gatos. No recuerdo exactamente como logré convencer a mi padre para que aceptara a un nuevo integrante en la familia.

viernes, 2 de mayo de 2008

Una revelación (“no te doy otra nomás…”)

Hace unos años tuve una revelación que quiero compartir este día. Fue viendo televisión y trataba de uno de los hombres que me ha dado varias alegrías y muchas carcajadas en esta vida. De pronto, en una entrevista televisiva, Edgar vivar cuenta que en la vida real fue vecino de Ramón Valdés, pues le alquilaba el departamento contiguo que era de su propiedad. En la entrevista tratada de dar a conocer como era Ramón Valdés en la vida cotidiana. Él tuvo la suerte de conocerlo de cerca por ser su amigo y vecino. Contaba que era una persona extraordinaria y mucho más gracioso y divertido de lo que conocemos de él por el Chavo del Ocho. Y todo esto se puede resumir en la siguiente anécdota.

lunes, 21 de abril de 2008

El oso, el foco y los terrícolas

El oso Polar.
El miércoles fui a comprar a un supermercado de por aquí. Encontré unos peluches de animales, eran para ayudar a conservar el medioambiente. Estaban muy bellos pero no tenían precio. Una tortuga, un jaguar, un búfalo y un oso polar representaban a los océanos, las selvas vírgenes, los animales en peligro de extinción y el deshielo de los polos respectivamente. Cogí un oso polar, porque me preocupa el calentamiento global, que los osos polares se queden sin habitat y además porque siempre he pensado que se parecen a mi perro Harpo.
Al momento de pagar la cajera algo sorprendida por el oso polar, me dijo que costaba $7. Pensé que si en algo ayudaba para que los “Harpos” del polo norte no se quedaran sin casa estaba bien. Casi me salen más caros mis impulsos ambientalistas, cuando ya estaba casi fuera de Publix y escucho el desesperado “excuse me Sir” de la cajera pues ya andaba dejando mi leche de soya chocolatada de puro contento por el oso polar de peluche. Es un oso muy bello y aunque es supuestamente un juguete para perros, no se los dejo a Harpo y Dharma, pues lo dejarían hecho añicos en pocos minutos. Casi como estamos dejando en añicos nuestro planeta a cada segundo.

lunes, 7 de abril de 2008

Un muchacho llamado Arturo

Me parece increíble, pero fue hace 11 años. Habíamos ahorrado un año entero. Con motivo de los 30 años del que consideramos el mejor año del rock, Francisco y yo viajamos para Cusco en 1997. Pasamos un mes de aventura y relajo. Riéndonos de más, perdiendo trenes, encontrando amigos, música, caminatas y alegría en cada esquina. Todo parecía divertirnos. Cada mañana al ver al abultado señor que trabajaba en el café Ayllu (de dimensiones porcelescas) le decía a Francisco: “Paco por favor saluda a Arturo "el Zambo Cavero” y reíamos como chiflados.
En una de esas vueltas por San Blas, en el mostrador de una tienda, entre discos de zampoñas y quenas, nos encontramos con un disco de Arturo 'Zambo' Cavero, siempre sonriente, vigoroso y jovial. Esa tarde descubrí que no era “el zambo" como erróneamente decía para hacer reír a mi amigo Francisco, sino simplemente 'Zambo'.

miércoles, 26 de marzo de 2008

5 favoritos a la hora de mover el mouse

Mi interés por la tecnología no empezó cuando rompí un termómetro para ver la alucinante y extraña naturaleza del mercurio. Ni cuando rompí la pantalla de la tele de casa accidentalmente mientras curioseaba el pequeño universo de cables y transistores que acababa de descubrir al abrirla. Ni siquiera, tampoco fue (modestia aparte) cuando la rompí y la rompo en cada Winning Eleven ante cuanto adversario se me ponga en frente (bueno y si alguna habilidad tengo para las compus si se la debo a mi temprana afición por los video juegos, pero esa es otra historia).
Mi interés en la tecnología comenzó cuando empezaba a maniobrar mi primera PC 286 e intentaba hacer realidad las cosas que se me ocurrían, las cosas con las que soñaba por aquellos lejanos tiempos de c:/en pantalla negra con letras blancas.

lunes, 17 de marzo de 2008

El perro caliente y el perro ausente

Siempre pienso y recuerdo a los perros callejeros del Perú, husmeando por los rincones, caminando ligeramente por las calles, libres, simples, dejando a la vista sus costillas y su nobleza. Tomando con tanto entusiasmo las pruebas de cariño como un trozo de pan. Durmiendo profundamente a la sombra de una iglesia, o en las puertas de algún negocio donde un buen samaritano les ha dado algunas sobras, arrullados por el ruido de la ciudad, disfrutando de su libertad y de una panza recientemente inflada. Más de una vez he visto a un perrito callejero durmiendo a pierna suelta, desparramado por algún parque y he exclamado “que buena vida carajo” y ante mi presencia y admiración simplemente se han estirado, abierto en flor cada dedo de sus patas y retomado el sueño con mayor intensidad y gozo.